Condenados
Anthony Luis Arias Paredes
Condenados
(Obra en doce cuadros)
PERSONAJES
- Eddie, preso que ejerce el oficio de luchador
- Paul, preso que ejerce el oficio de luchador
- Rey de Negro, alcalde de Lima
- Director, de la cárcel Señor Salvador
- Niña 1, hermana adolescente de Eddie
- Niña 2, hermana pequeña de Eddie
- Madre de Eddie
- Alexa, niña de 14 años
- Lita, niña de 12 años
- Guardia
- Periodista
- Fanático religioso
ESPACIO
Los acontecimientos se dan dentro de la cárcel Señor Salvador, que encierra a las personas pecadoras ignorando su edad.
TIEMPO
La obra transcurre en 7 días, en los cuales se suscitan los hechos.
El contexto es Lima del año 2050.
CUADRO UNO
Día 0
12:00 am
(Coliseo, ambiente muy oculto dentro del reclusorio. Al medio, dos jóvenes en plena lucha. Ambos dan sus mejores golpes, parece ya acabar la pelea. Entre el público se observa a personas adineradas que corren sus apuestas).
Paul
(Acercándose) Vas a caer.
Eddie
(Esquivando el golpe) No lo creo.
(Eddie se altera y empieza a golpear a Paul. Queda Eddie de pie, pero se le ve muy exhausto y mal herido. El Guardia entra a separarlos).
Voz de anunciador
¡Eddie es el vencedor!
(En uno de los palcos está el director del reclusorio. Se acerca el Rey de Negro).
Rey de Negro
Hay buenas ganancias en este lugar. Bien hecho.
Director
Gracias, señor. El muchacho es bueno entreteniendo al público y la gente paga mucho por verlo pelear.
Rey de Negro
Lo veo.
Director
No tiene otro motivo para pelear que dejarnos contentos, solo estamos nosotros para él. Y nosotros estamos para usted. Todo sea por una salvación digna para este pueblo.
Rey de Negro
Espero que así sea.
(El Guardia lleva a Eddie a su celda, un espacio ordenado pero muy precario, con cuadros y herramientas de pintura. Él está muy mal herido. En el suelo hay una cubeta con agua y otra vacía, vendas y algodón).
Director
Muy bien, muchacho, uno más que se salvará del pecado. (Al Guardia) Un asesino condenado como él tiene muchas culpas que pagar, pero no hay nada de qué preocuparse. Ahora, después de esta pelea, entrará en razón con nuestros cuidados, este método es infalible. (A Eddie) ¡Grande, campeón!, vas por buen camino, te acercas más al reino de Nuestro Salvador. Recuerda que para morir en paz debes estar limpio de culpas, solo entonces… te encontrarás con tu familia, que seguramente gozan de un alma pura allá en el otro mundo. Cada golpe que das es un paso más hacia tu perdón.
Eddie
No busco perdón de nadie.
Director
Sí, lo sé, pero déjame decirte que el trabajo que haces es validado por Nuestro Salvador, aunque tú no lo quieras. Mira, los políticos hacen lo que sea con tal de ganarse a las personas, el alcalde insiste en esa ley ante el congreso: la ley para matar a los pecadores. Pero acá les demostramos que podemos canalizar esa ira y transformarla en arrepentimiento. Así como tú haces cada día para buscar el perdón de tu familia. Aún hay esperanzas, joven Eddie, aún las hay.
Eddie
Perdón… (resignado).
Director
(Al Guardia) Dale un calmante, no seas duro con el chico.
(El Guardia echa a Eddie en su cama. Tiene dos maletines pequeños, uno de color negro y otro azul. Al escuchar las palabras del Director, abre el maletín negro y saca unas jeringas. Le inyecta un medicamento a Eddie, quien se va calmando. El Director deja en la mesa unas pastas de pintura. Eddie observa uno de los cuadros que están colgados, tratando de alcanzarlo con la mano, pero no puede porque se va quedando dormido).
Eddie
No merezco verlas otra vez y ustedes no merecen verme otra vez, así sea en el otro mundo. El cielo no está hecho para mí, no para los cobardes… Si tan solo yo hubiera… si tan solo… pero no…
(Eddie, poco a poco, se va quedando dormido. Ingresa Rey de Negro, el alcalde, y se dirige al público).
Rey de Negro
Hemos recordado que los seres humanos no somos nada en este mundo; que, aunque gobernemos para nuestro interés, hay una fuerza mayor que dispone sobre nuestros planes. ¿Cuánto tiempo hemos ignorando esa verdad? Siempre estuvo allí, pero nosotros nunca la miramos. Ya que mirar a esa fuerza nos hubiera liberado de todos los problemas que vivimos hoy en día. Pero hay algo que rescato de nuestra sociedad, es que podemos enmendarnos y mirar hacia nuestra luz, que siempre estuvo allí, y aceptarla. Hoy yo estoy parado frente a ustedes, porque ustedes confiaron en mí, en el mensaje de la salvación. Gracias a ese pedido puedo ayudarles a encaminar nuestras fuerzas y lograr que Nuestro Señor nos escuche; y, con la ayuda de él, salir adelante y purificar nuestro futuro. Es por ello que, a pocos días de que se apruebe la ley que por fin nos liberará del pecado, los invito a ustedes a ser vigilantes. Porque nosotros no debemos pagar lo malo de este mundo, todos trabajamos para que este mundo sea justo, para eliminar a los pecadores que solo nos han perjudicado, haciendo que el mundo termine como está ahora. Yo mismo me encargaré de mejorar nuestras oportunidades, yo ayudaré a que nuestro futuro sea digno. Hermanos, condenemos el pecado y obremos en bien de la salvación.
(Suenan palmas y arengas. Rey de Negro se retira).
Día 0
06:00 am
(Por la mañana, Eddie se levanta, pero le cuesta mucho. Se lava la cara y se cambia de vendaje. Coge uno de los lienzos que tiene apilados a un lado de la celda y utiliza las pastas que le dejó el director. Mientras Eddie va pintando, el ambiente se vuelve tenue. Entra una niña con vestimenta casual, que se sienta en una mesa con cuadernos y libros).
Eddie
¿Ya pensaste qué vas a hacer?
Niña 1
¡No me presiones!
Eddie
Yo, a tu edad, tenía que mirar un objetivo, me gustaba la pintura, pero sabía que no me iba a dar una casa, así que tuve que buscar otra…
Niña 1
¡Sí!, ¡sí!, ya conozco tu historia.
Eddie
Entonces piensa bien lo que quieres, de una vez.
Niña 1
¡Ay! Ya lo sé, solo tengo 15 años, tengo tiempo para pensar. Además, no quiero terminar como tú, amargado y aburrido.
Eddie
Jaja, cuidado, niñita, aburrido no soy, tengo lo suficiente para divertirme y una tarjeta que me da la felicidad.
Niña 1
Eras más divertido cuando pintabas tus cuadros.
(La Niña 1 junta todos sus libros y sale de escena).
(Eddie termina de aplicar un color base en el cuadro, coge otra pintura, se pone de pie y pinta con más entusiasmo, apoderado por una sensación de alegría. Vuelve a entrar Niña 1 y luego ingresa Niña 2, con premura y mucha alegría. También ingresa la Madre, que se mantiene colgando ropa).
Niña 1
¿Qué estás dibujando? ¡Uau!… ¿qué es eso?
Niña 2
Aquí está tu pintura.
Eddie
¿Te lo acabaste todo?
Niña 2
¡Sí, pero mira qué te hicimos!
Niña 1
¡Sorpresa!
Eddie
Para eso se llevaron mi pintura. (Ríe).
Niña 2
¡Ay sí, tú, Da Vinci!
(Niña 1 ríe).
Eddie
Ya no te amargues, les voy a enseñar a mejorar el cuadro, siéntense allí y observen.
Niña 1 y 2
¡Sí!
Madre
Eddie, no te olvides que tienes que ayudar a tu tío, mira que seguro aprendes algo y te quedas, en vez de que estés encerrado en este cuarto jugando…. ¡Ya deja eso, lo haces más tarde! (Se va).
(Las niñas salen de escena y Eddie se queda solo. Termina la primera base de su cuadro y lo cuelga al lado de los demás).
Eddie
(Resignado) Está bien, mamá.
CUADRO 2
Día 1
12:00 pm
(Eddie se encuentra en la celda a punto de almorzar. El Guardia trae a dos niñas, una de 14 y otra de 12 años, y las encierra en una celda contigua. Las niñas sollozan, tímidas. La menor reclama, impulsiva, mientras la mayor trata de mantener la serenidad y de cuidar a su hermana. Eddie queda extrañado).
Lita
Alexa, tengo hambre, yo no quiero estar aquí. ¿Por qué papá no nos saca de este lugar?
Alexa
Tranquila, saldremos de aquí, papá vendrá por nosotras.
(Las niñas se quejan. Eddie escucha todo a través de la pared).
Lita
¡Tengo hambre!
Alexa
¡Cálmate!
Lita
(Acercándose a las rejas) ¡Tengo hambre!
Alexa
¡Lita!, tranquila, no hagas que se enojen. (La abraza).
(Lita sigue llorando. Eddie escucha todo, se acomoda para comer, pero el llanto de la niña persiste cada vez más fuerte).
Eddie
Calla a tu hermana, niña.
Lita
¡Cállese usted!
Alexa
¡Tranquilízate!
Lita
Quiero comer.
Eddie
¿Dónde están sus padres? El pabellón de familia es en otro lado. No deberían estar acá.
(Las niñas no contestan. Alexa trata de calmar a su hermana. Eddie intenta comer, pero Lita sigue quejándose).
Eddie
¿Es en serio? Dale algo de comer para que deje de llorar así.
(Alexa no responde. Lita sigue llorando).
Lita
¡Tengo hambre!
Alexa
Después de las doce ya no dan comida, sabes que son las reglas aquí en esta cárcel.
Eddie
¡Niña! Dale de comer algo a tu hermana.
(Alexa escucha a Eddie, pero trata de no hacerle caso. Lita sigue llorando).
Lita
¡Guardia!, ¡guardia!, ¡no hemos comido nada!
Eddie
No te va a hacer caso.
(Eddie coloca una empanada en un recipiente pequeño, va a la pared contigua y, por una esquina, saca el recipiente hacia el otro lado. Alexa se percata de esta acción y se acerca a su reja, dudosa).
Alexa
(Sorprendida) Lita, toma. (Lita coge la empanada, calmándose).
Eddie
¡Por fin! (Sigue comiendo).
(Alexa y Lita se sientan en un rincón de la celda y comen).
Alexa
(Mirando a la pared contigua) Nosotras no pertenecemos acá, han cometido un error, pronto nos deben liberar. Hace poco estábamos en el pabellón de menores, pero estaba muy lleno y nos trasladaron para acá.
Lita
Sí, nuestro papito nos va a sacar de este lugar sucio y feo.
(Las niñas siguen comiendo mientras Eddie, sin responder, acomoda sus platos para desecharlos).
CUADRO 3
Día 2
7:00 am
(Eddie está pintando. En la celda de al lado, Alexa juega con las barras de acero, generando sonidos. Lita se levanta y, por el aburrimiento, empieza a cantar muy alto. Debido a la bulla, Eddie falla en uno de sus trazos).
Eddie
¡Se pueden callar!
(Lita baja su volumen, pero empieza a saltar y jugar generando ruidos).
Eddie
(Impaciente) ¡Por dios!, ¿no puedes quedarte quieta?
(Lita deja de correr y se sienta en su cama).
Lita
Qué ogro.
(Eddie no responde).
Lita
¿Por qué llorabas ayer?
Alexa
¡Lita!
Eddie
No lloraba, niña.
Alexa
Pero sí te quejabas mucho…
Lita
¿También te golpearon?
Eddie
¿Por qué dices “también”?
Alexa
(Dudosa) En las celdas donde estuvimos antes, escuchábamos que llegaban muchas personas y se quejaban como tú.
Lita
¡Sí! Y luego, (baja su voz) el director con su gente, y un tipo que le decían Rey de Negro, venía a llevárselos, pero ya no regresaban.
(Eddie se queda pensativo).
Lita
Entonces, ¿estabas llorando o no?
Eddie
¡Puedes dejar de hablar!, ¡qué niña para más perica!
Lita
¡Oye, no soy perica!
(Alexa se ríe y Lita la empuja. Eddie coge unas pinturas y un lienzo pequeño, se dirige a la esquina de la celda y se los regala).
Eddie
Distráiganse con esto y dejen de hacer ruido.
Lita
¡Mira! ¡Tenía pinturas, el ogro!
Alexa
¿Es para nosotras?
Eddie
(Sarcástico) No.
Lita
¡Te lo dije!, es un ogro.
(Las niñas cogen las pinturas, cada una un color. Lita empieza a desparramar la pintura por el lienzo sin darle forma, mientras Eddie escucha).
Alexa
¿Te lo acabaste todo?
Lita
¡Sí, pero mira qué hice!
(Eddie escucha y queda conmovido por recordar a sus hermanas).
CUADRO 4
Día 2
10:00 pm
(El Guardia trae a Eddie mal herido. Lo hace ingresar a su celda, lo recuesta en su cama y le inyecta otra vez el medicamento del maletín negro. Alexa y Lita escuchan lo que ocurre).
Lita
¡Ogro!, volviste.
Alexa
¡Muéstrale!
Lita
(Por el borde de la celda) Mira lo que te hicimos… ¡Un dibujo!, por lo renegón que eres, seguro eres así.
Alexa
Yo hice gran parte del dibujo.
(Eddie queda conmovido, pero trata de ocultarlo).
Lita
Está llorando.
Alexa
No creo. ¿Eddie?
Eddie
(Casi adormecido) Mis hermanas me pintaron un cuadro parecido.
Alexa
Qué loco.
Lita
Somos unas Da Vinci’s. Cuando papá nos saque, le vamos a decir que también te saque para que te veas con ellas y así podemos jugar.
Eddie
Ellas ya no viven.
(Las niñas quedan en silencio).
Alexa
Lo sentimos.
Lita
No es tan ogro…
Día 2
11:30 pm
(Eddie recostado mira fijamente el cuadro y el ambiente se vuelve confuso. A raíz de los efectos de los tranquilizantes, Eddie se traslada a un mundo imaginario. Derrama una lágrima roja. Enseguida, todos los cuadros empiezan a despintarse; y los colores, a mezclarse. Eddie hace un esfuerzo, se pone de pie, coge la pintura, con rabia y cólera, y trata de devolverla a los cuadros, manchándose y manchando las paredes. La pintura empieza a dispararse por toda la celda. Eddie, cada vez más fuerte, trata de recuperar las pinturas, cae, pero se levanta. Coge un pincel, intenta restaurar las figuras que había en los cuadros, pero es en vano. Eddie llora de impotencia, al no poder impedir que se arruinen).
(Las pinturas empiezan a tomar forma. Aparecen dibujos donde se observa a Eddie con mujeres en un night club).
Eddie
¡Alto ahí! (Rastrilla el arma) Te llegó tu hora. (Ríe).
(Luego, todas las pinturas se vuelven a mezclar, generando una especie de cárcel, con Eddie encerrado, hablando con su familia).
Eddie
¿Mamá?… Yo no quise… discúlpame. Yo debí cuidarlas, todo esto es mi culpa, yo debí protegerlas, ¡mamá!, ¡hermanas!, perdónenme.
(Suena un disparo y Eddie vuelve a su realidad. Mira el cuadro tristemente).
CUADRO 5
Día 3
10:00 pm
(El Guardia trae a Eddie de una pelea más. Lo deja en su cama y saca del maletín negro unas jeringas, para aplicarle su dosis correspondiente. Luego guarda las jeringas, recoge ambos maletines y se va).
Eddie
(Adormecido) Ahora sí que me golpearon…
(Espera una respuesta, pero nadie contesta. Llegan personas a la celda de al lado. Se escucha la voz del Director y del Rey de Negro. Eddie, mal herido, casi noqueado, escucha todo).
Director
Abran la reja (se escucha abrir la celda). Aquí están. Estuvieron bien cuidadas, solo que tuvimos que cambiarlas de celda por mantenimiento.
Rey de Negro
Pónganlas en prioridad. Ya se acerca la hora de limpiar el mundo.
(Eddie reconoce la voz y queda pasmado. Entre sueños recuerda: se ve a sí mismo escondido, escuchando las voces de su madre y sus hermanas. Luego ve a un hombre que no muestra su identidad, pero tiene la misma voz).
Hombre
¡Dígame dónde está!
Madre
¡No lo sé!
(El hombre se acerca y le da un golpe).
Hombre
Maldita pecadora.
(Eddie no puede aguantar más, pierde la paciencia, sale de su escondite con un arma y apunta al hombre).
Hombre
Sabía que saldrías, eres un cobarde.
Eddie
Deja en paz a mi madre.
Hombre
Traidor, yo te di todo lo que tienes y así me pagas, por mí es que tienes todo. Sin mí no tendrás una guía. Estas personas no pueden vivir, entiéndelo.
Eddie
No eres más que un farsante.
Hombre
Hay cosas que no entiendes…
(Eddie dispara, la bala roza el brazo del hombre).
Eddie
Mamá. (Asustado, mira a su madre).
Madre
Hijo, todo está bien.
(El hombre se pone de pie y observa que las mujeres están asustadas, entonces alista su arma).
Hombre
Es hora de limpiar el mundo. (Dispara sin piedad a las tres mujeres).
Eddie
¡No!
(Eddie se queda temblando y asustado, mirando los cuerpos de sus familiares).
(El recuerdo de Eddie termina).
Eddie
Esa voz…
Director
Llévenselas. (Al Rey de Negro) Su excelencia, se cumplirá su voluntad.
Eddie
¿Alexa, Lita? ¿A dónde las llevan? (Susurrando por lo débil que se encuentra) Esa voz…
(Eddie observa un cuadro en el que pintó a su madre. Toma fuerza y se pone de pie, a pesar de estar mal herido. Se quiere acercar a las rejas, pero cae al suelo y se desmaya).
CUADRO 6
Día 5
7:00 pm
(El Guardia abre la celda de Eddie, le coloca un grillete en el tobillo y lo traslada al coliseo, donde tendrá su pelea).
Eddie
(Al Guardia) Nunca dices nada. Discúlpame. (Eddie golpea al Guardia y trata de huir).
Director
Es usted muy hábil, debí imaginar que esto pasaría un día. (Mediante un control remoto, realiza una descarga eléctrica a través del grillete).
Eddie
¡Ahhh! ¿Qué me hiciste?
Director
Nunca se había comportado así, joven Eddie, ¿qué le pasó?… Mire que yo no necesito de su fuerza para detenerlo. Tengo mis propios métodos.
Eddie
¿Dónde están?
Director
Joven Eddie, no me diga que se hizo amigo de esas pecadoras.
Eddie
¿Quién se las llevó? ¿Quién te acompañaba?
Director
Joven Eddie, no se meta en cosas que no le competen. (Realiza otra descarga eléctrica).
Eddie
(Resistiendo el dolor) ¿Dónde está la gente con la que peleé? Los mataste, ¿verdad? (Recibe otra descarga).
Director
No diga esas cosas, joven Eddie. Las niñas cuentan historias que no tienen sentido. Y, al parecer, le han dicho cosas que lo están contaminando. Creo que deberemos empezar de cero su reformación. (Realiza otra descarga).
(Eddie intenta levantarse, a pesar de las descargas, y mira al Director).
Eddie
¿Quién es el Rey de Negro? ¿Qué estás ocultando?
Director
¡Guardia!
(El Guardia reduce a Eddie).
Eddie
(Al Director, mientras se aleja) Todo este tiempo he callado por sentirme culpable, creía que lo merecía y no presté atención a lo que querías hacer. Tú no estás en contra de la ley, tú actúas por lo bajo, como una rata. (Cae al piso por las descargas eléctricas).
Director
(Se acerca a Eddie, tratando de disimular) Joven Eddie, creo que hoy no podrá luchar… Y no será porque está castigado, (realiza otra descarga) sino porque va a estar muy herido… (Al Guardia) Encárgate de él.
Eddie
Nosotros pagamos las culpas de los que están afuera, los verdaderos corruptos y porquerías de personas. ¿Por qué nos mantienen vivos, si somos pecadores?
(El Director lo mira sorprendido. La gente de otras celdas alrededor golpea sus barretas generando un ruido fuerte y empezando a azuzarse).
Eddie
¡Maldito depravado, déjalas ir!
Director
(Tratando de calmarlos) Hermanos, no sigan el ejemplo del mal, el demonio se apoderó del joven Eddie, justo cuando ya se está salvando. La tentación es grande, qué pena. ¡¡Guardias!!… (Al Guardia) Callen a la gente como sea y llévense a ese hijo de perra.
(El Guardia mira a Eddie y lo inmoviliza. Eddie trata de pelear. El director, con furia, realiza más descargas contra Eddie, quien es arrastrado mientras los otros presos, desde sus celdas, ven lo que le pasa).
CUADRO 7
Día 6
6:00 pm
(Traen a otro preso a la celda de al lado. Es Paul, con quien Eddie luchó hace poco. Eddie aún está mal herido por lo acontecido el día anterior y está apresado con cadenas).
Paul
Quién diría que estaría al lado de mi verdugo.
Eddie
No quieras meterte conmigo.
Paul
Así que ahora eres un héroe.
Eddie
¿Qué dices?
Paul
Todos comentan lo que hiciste ayer cuando te llevaron a la pelea, cómo te enfrentaste al director. Solo bastaron tus palabras para que la gente empiece a hablar.
Eddie
No dije nada que no deberían saber.
Paul
Tiene algo de verdad lo que dices. Pero no sabes a dónde se va esa pobre gente, ¿verdad?
Eddie
¿Tú sabes algo?, ¿a dónde se los llevan?
Paul
¿Para que salves a las niñas? ¡Qué tierno eres, Eddie, qué valor!
Eddie
Si eres cómplice de ellos te las verás conmigo.
Paul
Dicen que el fuego no quema, hasta que tu casa se incendia.
Eddie
¿Qué dices?
Paul
Tocan lo que te importa y recién eres un héroe, pero antes eres el villano…
Eddie
Déjate de tonterías.
Paul
Todos los peleadores con los que te has enfrentado son los mismos presos de este reclusorio, que apenas pueden matar una mosca. El director los engaña motivándolos a pelear, porque si logran vencerte serán perdonados de sus pecados y podrán salir de esta cárcel. Pero lo que no les dice es que si pierden serán sacrificados. Y tú, mi amigo, siempre fuiste el villano.
Eddie
Por qué tendría que creerte.
Paul
No creas que te digo esto para que sientas culpa, no. Creo que antes de morir debes saber por qué peleabas, además yo soy como tú. Sí, llevo más tiempo que tú en esta cárcel y hacía lo mismo que tú haces ahora, servirle al director, ayudarle en su causa de redención. Pero un día me lastimé y solo me mantuvieron en casos especiales. Y luego llegaste tú, a seguir con el trabajo. He visto morir a compañeros a causa de mis actos, he visto correr su sangre en mis manos.
Eddie
Pero tú no estás muerto, y te vencí.
Paul
No sé por qué, pero tengo una oportunidad para salir de este lugar si logro vencerte. Y por esa razón, hoy es el día para hacerte pagar ese sufrimiento por el que tuve que pasar. Anoche me cambiaron de celda, estaba a punto de morir, pero trajeron a tus niñas, supongo que ellas deben haber cometido pecados mayores. Pero no sabes cuánto agradezco eso.
Eddie
¿Qué les hicieron?
Paul
En vez de preguntar por ellas, alístate, la vez pasada tuviste suerte, pero esta vez morirás.
(Eddie queda paralizado. Se sienta, pensativo y frustrado. Su respiración se acelera cada vez más, su mente se perturba. Por un lado, ingresa a escena la Niña 1 con vestimenta elegante).
Niña 1
Eddie, ¿se te ocurrió algo para pintar el cuadro? (Con temor) Yo tengo una idea, (acusándolo) pero primero tienes que salir de tu cuarto. Ya no me gusta estar aquí.
(Se desvanece en la luz).
CUADRO 8
Día 6
7:00 pm
(Eddie está en su celda, encadenado a una silla, a punto de ser trasladado a su pelea. Llegan el Director y el Guardia).
Director
(Mirándolo a los ojos) Es momento de que aprendas la lección. Al parecer Nuestro Señor tenía razón en que eres muy especial, pero ahora pagarás por no querer salvarte. Aunque, para que sepas, creo que tu reacción ya es muy tardía.
Eddie
Maldito.
Director
Uy, cuánto amor…
(El Director se acerca al Guardia y habla casi susurrando).
Director
Ahora sí, ya es momento de que desaparezca.
(El Guardia se acerca con sus dos maletines. Esta vez coge el maletín azul, saca una jeringa y le aplica la dosis a Eddie).
Eddie
(Al Guardia) El que no dice nada termina siendo cómplice de lo que ve. Involucrarte sin mancharte de sangre, no te hace bueno ante los ojos de tu dios.
(Eddie es llevado al centro de la arena, donde ya se encuentra Paul).
Paul
Ahora sí vas a caer… (Golpea).
Eddie
Te equivocas cuando dices que me parezco a ti. (Esquiva, pero no regresa a su posición base de defensa).
Paul
¡Tú no eres un salvador! (Golpea a Eddie).
(Eddie cae al suelo de inmediato. El réferi realiza el conteo. No se levanta. El Guardia se acerca a ver sus signos vitales y Eddie solo atina a mirar al Director. Con el grito del público y el conteo del réferi, se escucha de fondo la voz de la hermana menor de Eddie).
Niña 2
Eddie, ¿ya vienes?, mamá ya cocino, ¡apúrate!… (Preocupada) ¿Eddie?
Niña 1
¿Eddie?
Niña 2
(Lentamente, trata de acercarse) Tú dijiste que vendrías, ¿por qué ya no?
Niña 1
Eddie, después de comer tenemos que pintar el cuadro.
Madre
Niñas, vengan a comer, Eddie aún tiene cosas que hacer.
(Se escucha a las niñas llorando, mientras se van desvaneciendo en la oscuridad).
Madre
(Mirando a Eddie) Al fin saldrás de ese cuarto, hijo.
(Madre e hijas desaparecen de la escena. Aún se escucha el llanto de las niñas).
CUADRO 9
Día 6
8:30 pm
(El cuerpo de Eddie está en un pedestal de concreto. En la habitación, hay muchas velas y, al fondo, se observa la imagen de una bestia, frente a la cual hay muchos cálices con contenido líquido en su interior. El Guardia ingresa y acomoda el cuarto, se acerca a Eddie y lo observa. Entra el Director persignándose ante la bestia).
Director
Muy bien, todo debe quedar impecable, de esta manera celebraremos la aprobación de la ley y nuestro señor, el Rey de Negro, podrá realizar su voluntad. (Realiza una reverencia y sale de la sala).
(El Guardia termina de acomodar. Antes de salir, observa a Eddie y, al cerrar la puerta, deja el candado abierto, colocando insertadas unas llaves. Sale. Desde el fondo, ingresa a escena la madre de Eddy, con un atuendo blanco).
Madre
(Rodea el cuerpo de Eddie) Las frases y los poemas no logran salir de mis labios, quizás el apoyo que buscabas necesitaba tener forma de palabras. Esas que cuando llegan a los oídos resuenan y generan un efecto en cadena que hace vibrar todos los órganos internos de nuestro ser. Esas que aparentan sanar heridas, que cierran caminos y abren sueños. No tuve la destreza que el orador posee para entrar en las mentes de las personas, no tuve el talento, porque traté de escribir un poema con un hacha. Condénenme por dar un mensaje equivocado, pero solo puedo usar brazos y piernas para que me entiendan. Y con estas extremidades puedo saber cómo late ese corazón y a qué ritmo bombea, solo yo, porque mi sangre continúa su camino hacia allá; reconozco cada célula de tu organismo, porque fue arrancado de mi tejido y sé qué necesitaba tu corazón, solo que no usé la palabra como herramienta. Hoy me doy cuenta de que para escribir en un papel solo debí usar una tinta y una pluma. (Apaga las velas).
(Entra Niña 1, también con atuendo blanco).
Niña 1
¡Mamá, Eddie no quiere venir con nosotras!
(La madre abraza a la niña y, lentamente, se desvanecen de la habitación. Se escuchan los llantos de las hermanas de Eddie, cada vez más fuerte hasta que desaparecen).
Eddie
¿Dónde estoy?
(Se escuchan voces desde afuera de la habitación).
Eddie
Esa gente… Qué dolor siento, no llegué a morir, pero ¿cómo es posible?
(Baja de la cama y se acerca a la puerta).
Eddie
Esta puerta está abierta…
(Aunque la puerta está cerrada, Eddie observa que el candado está abierto con unas llaves insertadas. Toma las llaves y sale de la habitación).
(Alexa y Lita están en una celda. Eddie se acerca).
Eddie
Hola.
Lita
¡Es Eddie, vino por nosotras!
Alexa
¿Eddie?, ¿cómo llegaste aquí?
Eddie
Bajen la voz, tenemos que irnos. (Abre la celda).
(Suena la alarma del reclusorio. Eddie trata de huir con las niñas, pero en la celda de al lado observa a Paul, quien está golpeado, y atado y colgado de los pies).
Eddie
¿Paul? (Se dirige a abrir la otra celda) Te sacaré de aquí. (Lo ayuda a bajar).
Paul
Esos desgraciados me engañaron, nos matarán a todos.
(Eddie se acerca a sacarle el grillete a Paul).
Paul
¡Aléjate!
Eddie
Yo no tengo nada en contra tuya, pero quizá puedas tener otro futuro afuera.
Paul
No te debo nada.
(Se escucha la alarma otra vez y a los guardias que se van acercando).
Eddie
¡Niñas!
Alexa
¡Eddie, Lita no está!
(Se escucha más cerca la multitud de guardias).
Paul
Anda, búscala, ve. Yo me encargo de esos. Dame las llaves, necesitaré apoyo para vengarme de lo que me hicieron.
Eddie
Bien. (Le da las llaves).
(Suena la alarma y se escucha la voz del Director).
Director
¡Atención! A todos los guardias, cierren las puertas generales y las ventanas auxiliares. Refuercen el pabellón 6.
(Eddie y Alexa van en búsqueda de Lita).
CUADRO 10
Día 6
9:00 pm
(Oficina con un cuadro del Director de fondo, en la misma pose que tenía la bestia en la habitación anterior. A un lado, una puerta que da a un closet amplio, donde se guardan algunos libros antiguos. Se escucha la bulla de la pelea entre reos y guardias. Entra Lita a la oficina, asustada, se esconde detrás del escritorio. La bulla se va alejando).
Lita
(Llorando) Mamá, ¿dónde estás? (Trata de contener el llanto) ¡Papito! (Tratan de empujar la puerta) ¡Diosito, por favor, quiero ver a mi familia!
Eddie
(Abriendo la puerta) ¡Lita! Acá estabas…
Alexa
¡Hermana! (La abraza) Tranquila, ya estoy aquí.
Eddie
Cálmense… Vamos a salir por el pabellón de medicina, allí hay una salida al exterior. (Mirando a las niñas) Necesito que no se separen de mí… (Apretando las manos de las niñas) ¿Entendieron?
(Eddie se dirige a la salida, pero ingresa el Director).
Director
¡Así que te atrapé! ¿Pensabas huir, Eddie? Muy mal, esto tendrá que acabar de la manera más aterradora para ti. (Presiona el grillete) No podrás ser el héroe que sueñas ser. Yo soy quien mando aquí y a mí nadie me va a retar.
Eddie
(Cubriendo a las niñas) Niñas, entren a ese cuarto (apunta al closet).
(Eddie se pone en posición de pelea, para enfrentarse al Director. De pronto, el Rey de Negro ingresa a la habitación).
Rey de Negro
Vaya, ¡así que no estabas muerto!
(Eddie se paraliza al escuchar la voz).
Director
Señor, discúlpeme usted, pero encontramos a las niñas.
Rey de Negro
Diríjase a calmar los otros pabellones, vaya, yo me encargo de él.
(El Director sale. Eddie queda frente al Rey de Negro. Empieza a recordar la voz; en su mente ve el rostro del asesino de su familia, fue el Rey de Negro. La escena del crimen se empieza a formar en su imaginación).
Rey de Negro
¡Dígame dónde está!
Madre
¡No lo sé!
(El hombre se acerca y le da un golpe).
Rey de Negro
Maldita pecadora.
(Eddie no puede aguantar más y pierde la paciencia, sale de su escondite con un arma y apunta al hombre).
Rey de Negro
Sabía que saldrías, eres un cobarde.
Eddie
Deja en paz a mi madre.
Rey de Negro
Traidor, yo te di todo lo que tienes y así me pagas, traicionándome… Sin mí no tendrás una guía… Estas personas no pueden vivir, entiéndelo.
Eddie
No eres más que un farsante.
Rey de Negro
Hay cosas que no entiendes… Tratabas de ocultar a esta blasfema… ¡Ella engañó a tu padre y allí tienes el fruto de ese error! ¡Esas niñas! Contra eso luchamos. Tenemos que exterminarlas.
(Por su miedo, Eddie dispara, pero falla el tiro, la bala solo roza el brazo del hombre. Eddie queda asustado y mira a su madre, ella trata de tranquilizarlo con la mirada, asienta la cabeza, Eddie quiere acercarse a ella. Sus hermanas, que también estaban escondidas, salen. Eddie deja caer el arma y camina hacia ellas. El hombre se pone de pie y observa que las mujeres están asustadas, entonces alista su arma).
Rey de Negro
Es hora de limpiar el mundo.
(Las mujeres caen al suelo y se desvanecen en la luz. El Rey de Negro golpea a Eddie, dejándolo en el suelo, tira el arma y va hacia la puerta. Entre los dos se quedan mirando fijamente a los ojos. El recuerdo de Eddie se desvanece y vuelve su atención a la oficina del Director).
Eddie
Sabía que eras tú… (se prepara para golpearlo).
Lita
(Saliendo del closet) ¡Papá! (se dirige a abrazar al Rey de Negro).
Alexa
(Llorando) ¡Papá!
(Eddie queda impactado).
Rey de Negro
Niñas, les dije que esperaran, por qué se van con extraños.
Lita
Papi, ese hombre le estaba golpeando a mi amigo, ¡Eddie es nuestro amigo!
Alexa
Eddie nos estaba ayudando a escapar… (Incrédula) Pero, papá, ¿cómo llegaste aquí?
Rey de Negro
¡Guardia!
Lita
Papá, tenemos que irnos…
Rey de Negro
Vayan con el Director.
(El Director se acerca y trata de llevarse a las niñas; ellas ponen resistencia, pero logra sacarlas de la habitación).
Rey de Negro
Creo que debemos cerrar cuentas pendientes. ¿Qué te parece mi cárcel para pecadores? Te han tratado bien, ¿cierto? A pesar de que mataste a tu familia, no sufriste como los demás en esta cárcel.
Eddie
Tú mataste a mi familia.
Rey de Negro
¿Ah sí? Bueno… La ley de esta cárcel no lo registra así y te pone a ti como el asesino de tu familia… Qué bien hiciste en no reclamar por tu presunta inocencia.
Eddie
Creaste esta cárcel para realizar tu pervertido sueño. Y me encerraste para que no dijera nada de tu idea aberrante. Y además encierras a tus propias hijas.
Rey de Negro
¡Hey!, tenía que tenerte vigilado. Y qué mejor que sufras recordando todos los malditos días cómo destruí a tu familia. Además, gracias a ti pude ganar mucho dinero, creo que de todas formas seguías trabajando para mí, Eddie. Y mírame aquí, quién lo diría, estoy frente a ti como tu alcalde o también puedes llamarme Rey de Negro, como gustes.
(Eddie queda atónito y con mucha rabia).
Rey de Negro
Pobre, el huerfanito. Qué te puedo decir, me costó mucho dinero hacer esta prisión, pero valió cada maldito sol, para eliminar a todos los pecadores. Tú pudiste tener a cargo todo esto y más, pero decidiste traicionarme. Ahora pagarás, igual que todos, ese triste destino.
Eddie
Quieres matar a tus propias hijas. ¿Por qué las engañas?
Rey de Negro
¡Hijas no! Esas niñas son fruto del pecado. Y cuando es pecado, nuestro dios no lo acepta, debe ser sacrificado para purificar nuestras almas. Al igual que lo hice contigo, Eddie. Deberías agradecerme por librarte del pecado, librarte de esa familia que tenías… ¡Tu madre era una adúltera! ¡Y esas niñas eran bastardas, igual que estas!
Eddie
¡Cállate, maldito hijo de perra! (Va a golpearlo) Matas en nombre de esa bestia y culpas a gente inocente de tus pecados.
(Eddie se va contra el Rey de Negro, pero está mal herido, el Rey lo esquiva y lo golpea con un rodillazo en el estómago. Suena la alarma de emergencia. Eddie se pone de pie y le da un cabezazo, haciéndole retroceder un poco. Cuando Eddie está por atacar con todo, Rey de Negro saca un arma y lo apunta. Suena la alarma y se escucha al Director en el megáfono: “¡Guardias, contengan la puerta principal!”).
Rey de Negro
Igual ibas a morir junto con los reos de esta cárcel, ¡mi cárcel!, creada para que los pecadores puedan redimirse, prepararse y recibir a Nuestro Señor… Pero veo que tú eres igual que tu madre, ¡un pecador! Los pecadores no pueden seguir viviendo, lo único que hacen es hacernos sufrir, yo tuve que convivir con el pecado, mi madre, mi padre, ¡todos!… Una mujer que me decía “amor”… ¡Y qué me dio! Unas niñas que no son de mi sangre, ¡fruto del pecado! (Suena la alarma de emergencia).
(Ingresan Alexa y Lita. Se asustan al ver a su padre apuntando con un arma a Eddie).
Lita
¡Papá, qué haces!
Alexa
¿Tú mataste a mi mamá?
(Rey de Negro apunta con el arma a las niñas).
Lita
¿Papi, qué tienes?
Alexa
¡Lita, ten cuidado!
(Se escucha en el megáfono una voz).
Voz en off
Rey de Negro, ¡ahora vamos por ti!
Rey de Negro
(Desesperado) No podrán detener lo que se acerca, por fin el pueblo podrá deshacerse de ustedes, pecadores, podremos eliminarlos con justicia.
(Se escuchan, cada vez más fuerte, las voces de los reclusos que se acercan a la oficina).
Alexa
¿Tú eres el Rey de Negro?
Eddie
(Protegiendo a las niñas) ¡Vamos, dispara de una vez!, pero déjame decirte que no vivirás para contarlo, y si me voy primero, tú me seguirás, ya no me importa a dónde iré, mi alma ya no tiene bien ni mal, ¡así que hazlo de una vez!
(Se escucha la voz de los reos afuera de la oficina. Eddie aprovecha y trata de quitarle el arma, pero el Rey de Negro forcejea y termina disparando en el brazo a Eddie. Por un momento todo se paraliza e ingresa la Madre por un lado del escenario).
Madre
No tuve palabras, hijo, pero siempre realicé acciones. (Se va).
(Empujando la puerta, ingresa el Guardia y taclea al Rey de Negro, dejándolo muy golpeado y con una fractura en la pierna. El Guardia le quita el arma y le apunta. Inmediatamente, ingresa el Director).
Rey de Negro
Haz algo, controla a tu esclavo.
Director
Baja el arma, de inmediato. Respeta a nuestro señor.
Guardia
No, hermano, ya no puedo callar y no puedo seguir con esto. Te aprovechaste de la fe. Y este señor, lo que hizo es corromperte para hacer cumplir su egoísta idea. Así no era nuestro pensar. Guardé silencio por mucho tiempo, pero este muchacho se atrevió a enfrentarlos.
(El Director saca un arma y apunta al Guardia).
Rey de Negro
¡Dispara, es un pecador!
(El Director apunta a Eddie y le dispara. El Guardia se percata de la acción y salta a defenderlo, recibiendo la bala en el tórax. El Director queda pasmado y temblando ante la acción de su hermano. El Rey de Negro le quita el arma al Director).
Rey de Negro
(Con el arma en la mano) ¡Pecadores!, no podrán detener la voluntad de todos, ¡pecadores! Yo no iré con ustedes si no pueden aceptarlo, pues al mundo a donde iré ahora, ustedes nunca llegarán.
(Trata de dispararse, pero el arma ya no cuenta con balas).
Eddie
(Se acerca al Guardia) ¿Por qué lo hiciste?
Guardia
Nunca pudimos conversar, pero siempre te observé… Tú pudiste hacer algo que nunca me atreví a empezar… Ahora solo lo estoy terminando.
Eddie
(Eddie mira los maletines del Guardia, de color negro y azul) Siempre estuviste cuidándome. Y nunca me dirigiste una sola palabra.
(Las voces de los presos se escuchan cada vez más fuerte e ingresan a la habitación capturando al Director y al Rey de Negro. La escena se torna en una sola luz y se aproximan la madre y las hermanas de Eddie).
Madre
Tal vez nunca tuve las palabras, hijo, pero siempre estuve allí para ti.
Niña 1
Adiós, Eddie, te esperaremos hasta que puedas venir con nosotras.
Niña 2
Te queremos.
Madre
Hasta pronto, hijo.
(Eddie coge el arma del Guardia y se pone de pie, se acerca al Rey de Negro).
Rey de Negro
No moriré en tus manos, pecador.
Eddie
(Apuntándolo con el arma) Es hora de limpiar el mundo. (Guarda el arma) Pero a mi manera.
(Eddie deja en custodia de los reos al Director y al Rey de Negro. Se acerca a las niñas y las abraza).
CUADRO 11
Día 7
12:00 am
(Eddie sale de la cárcel junto a Alexa y Lita. Detrás de ellos están todos los presos, muchos de ellos son familias enteras, madres, hijos, niñas y niños).
Noticiero
El día de hoy hubo un atentado muy grande en la cárcel Señor Salvador, cárcel que fue resguardada y separada de la ciudad para operar de manera arbitraria, encerrando a personas sin pasar por un proceso judicial, tan solo aceptando la nueva ley que aún no ha sido aprobada en el congreso, sobre la pena por pecado. Se informa hasta el momento que todos los presos están en los exteriores de la cárcel, esperando ser ayudados por el gobierno. Hasta el momento tenemos la información… (Se interrumpe) Disculpen, información de último minuto… Al parecer, en la cárcel se encontraba nuestro alcalde… y nos informan… (Se escuchan las voces de fondo) Sí, nuestro alcalde se encuentra herido y capturado en la oficina principal. Es la información confirmada que manejamos.
CUADRO 12
Día 47
10:00 am
(Eddie, Alexa y Lita están pintando una pared).
Lita
¡Ogro!, mira, dibujé un gato.
Eddie
¡Bien! Parece que le falta más color.
Alexa
Te voy a ayudar a arreglarlo.
(Eddie coge los baldes y los pone a un lado).
Alexa
Eddie, mira, hace rato está ese carro estacionado.
(Eddie se acerca al auto).
Eddie
¿Sí?, ¿qué desea?
Fanático religioso
¡De ti nada!, ¡sabía que eras tú, pecador!
(Le lanza una bebida en la ropa y se va. Eddie queda resignado. Luego se acerca un nuevo carro, de donde sale una periodista).
Periodista
Así que hoy también le regalan más bebidas en su ropa.
Eddie
Así parece.
Periodista
Pues eso puede cambiar si me brinda una entrevista. Yo puedo hacer que esto se conozca, que su verdad pueda escucharse. Sé que hay muchos en contra, pero debemos seguir luchando.
Eddie
Lo pensaré. Mientras tanto, puede ir anotando… ¿Sabe qué aprendí? Aprendí que para lograr el éxito las personas dicen muchas mentiras y las disfrazan de palabras buenas, pero los actos son lo que nos identifican como personas. Logramos liberarnos de esa cárcel, pero el mundo aún no ha cambiado, lo que vivimos solo era una parte, ahora debemos aprender a vivir con ellos, que nos ignorarán hasta los últimos días de nuestras existencias. Seguiré pagando culpas, aunque ya las haya limpiado. Seguiré buscando un trabajo porque nunca encontraré a alguien que me lo dé, seguiré llorando a mis deudos porque la justicia se me esconde. Pero siempre miraré de frente a los que ya tienen un discurso sobre mí, y se los cambiaré. Porque lo que les contaron de mí y de ellas, nunca fue real. Tal vez sí fui un pecador, pero también fui un miedoso, y ya no lo soy. Siempre estuve encerrado en un cuarto, escondiéndome de esa gente que me juzgaba, por esa razón perdí lo que más quería, pero ahora se presenta una nueva oportunidad de salir de ese cuarto y hacer las cosas, dejar de emitir palabras y persuadir solo realizando actos que demuestran lo que en verdad importa. Sin palabras que adornen, solo actos que construyan.
(Se abraza con las niñas).
Fin